Lechuguines son retirados en más de dos kilómetros de embalse de represa Río Grande

Treinta familias son beneficiadas con la limpieza de lechuguines en más de dos kilómetros del embalse de la represa Río Grande, al poder trasladarse en las lanchas sin riesgo de que las hélices de sus motores sean afectados y sus vidas corran peligro.

“El riesgo a la vida es tremendo para los comuneros que usan estas vías fluviales para sacar sus productos y sus enfermos”, señaló Ronald Muñoz, dueño de tierras en el sector Japón, donde confluyen los ríos Coñaque y Río Grande; sin embargo, esto fue disipado con la limpieza por parte de tres barcazas extractoras, pertenecientes a la Empresa Pública del Agua (EPA).

Las barcazas, que habían dejado de funcionar en marzo, fueron habilitadas por gestión del GAD Municipal y Elizabeth Molina, presidenta del Comité de Reconstrucción, indicó Andrés Gómez, técnico municipal de Participación Ciudadana, quien dijo que, al tenerlas operativas, en dos meses prevén limpiar los lechuguines aun presentes en tres kilómetros del embalse.

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