La exquisitez de la gastronomía chonense es parte de las celebraciones por semana santa, en una costumbre que se mantiene, sobre todo en el área rural, a través de la preparación de los doce platos.

En su natal Convento, en torno a su familia y amigos, Virgida Giler cuenta paso a paso en qué consiste esta deliciosa tradición. Los platos se preparan en familia y se degustan en familia, narra mientras da vuelta al arroz con leche, una de las bebidas que acompaña a los otros platillos.

Pero ¿Qué da origen a esta singular costumbre de los doce platos en semana santa?.

Mi abuelita nos enseñó, que los platos se preparaban en honor a cada uno de los doce discípulos que acompañaron hasta el final a nuestro señor Jesucristo en su camino al calvario, recordó doña Vírgida.

En otros tiempos la mayoría de los platos se preparaban desde inicios de semana, porque la semana mayor era sagrada y mientras durara el tiempo de recordación de la agonía de Jesús en la cruz, había que guardar silencio y oración, aseveró.

Al igual que ella, Carmen Zambrano, habitante de Boyacá, manifiesta: Todas estas buenas tradiciones se han perdido, sobre todo en la ciudad porque en el campo, algo queda, la mayoría sólo habla de feriado y no sabe en honor a qué, dijo con nostalgia.

Entre doña Carmen y doña Vírgida, señalaron que los platos pueden variar entre una zona y otra, pero siempre serán doce y preparados en su mayoría con lo que se cultiva en el campo.

Pese a las variaciones, para quienes deciden adentrarse en las profundidades de las montañas chonenses, puede degustar variados platillos cocinados al calor de leña.

Suero blanco, preparado con leche cuajada y acompañado de maduro asado, caldo de choclo o viche de cacaño, para empezar la degustación.

Y para servir el arroz, el picante de yuca con sardina o su variable de picante de papa con atún.

Pueden servirse con varias ensaladas: vainitas de fréjol con limón y huevo cocinado, achocha con queso, majada de fréjol en salsa de cebolla paiteña, choclo con queso, la picada de zanahoria con vinagre o rodajas de pepino y hierbitas.

Los rellenos pueden ser; pimiento relleno de sardina o achocha rellena de queso.

No pueden faltar el maní verde cocinado, las tortas de choclo frita o asada, el verde asado, la sardina refrita en cebollines y cilantro.

Y para beber, el arroz con leche, el chocolate caliente, el borroque, jugo de naranja o limón.

Como postre una deliciosa natilla o la torta dulce de yuca.

Parece un exceso, pero esta variada y rica mesa se sigue sirviendo en muchos hogares de las campiñas chonenses en una tradición que concentra a la familia.

Júnior Vélez Villavicencio señaló: Es una manera diferente y muy bonita de vivir la semana santa en familia.