ECOS Procesi贸n del Se帽or de la Buena Esperanza
Cada a帽o la 煤ltima semana de Julio, Chone se viste de rojo concho de vino y venera al Se帽or de la Buena Esperanza, denominado el patrono cat贸lico de miles de feligreses que, desde diferentes puntos del campo, la ciudad y otras latitudes, se desplazan hasta la Iglesia San Cayetano.
Durante nueve d铆as y cuatro misas diarias, este templo recibe a personas de todas las edades, vestidas de fe y del tradicional h谩bito concho de vino.
All铆, 茅l, luce las galas de la gratitud por los milagros recibidos. Los trajes del Se帽or son donados por los fieles y conservados como tesoros por los voluntarios de esta Iglesia.
Una Fe que nace en Quito.- Bajo la advocaci贸n del Se帽or de la Buena Esperanza, se venera en la Iglesia de los Padres Agustinos de la ciudad de Quito, la imagen de Jesucristo cuando fue condenado a muerte. Seg煤n cuenta la tradici贸n, es la siguiente: Cierto d铆a, atraves贸 las calles de Quito, una mula sin conductor, que cargaba un gran caj贸n, la cual se detuvo en la plaza de San Agust铆n y fue a echarse en la porter铆a del convento.
Intentaron muchos feligreses hacerla levantar, pero fue in煤til el esfuerzo. Dej贸 ah铆 su carga el animal, y sola, se levant贸 y se fue. Llevados por la curiosidad, levantaron la tapa del caj贸n y encontraron en 茅ste, una imagen del Se帽or, sentado, vestido con una t煤nica escarlata, ce帽ida a la cintura de una cuerda gruesa y con una corona de espinas en la cabeza.
Cubr铆an los pies del Se帽or, unas sandalias, cuyas suelas eran de oro macizo, rodeadas de valiosa y fina pedrer铆a, se sujetaba por broches del mismo metal.
Apareci贸 un d铆a, un humilde padre de familia, cristiano, sencillo, sin recursos para sostener a su familia y pagar sus deudas, y que estaba pasando por una calamidad. 脡l fue al santuario del Se帽or de la Buena Esperanza, permaneci贸 largo rato en oraci贸n y al amanecer del d铆a siguiente, la polic铆a recogi贸 a la puerta de la casa de este mismo se帽or, el cad谩ver de una dama asesinada. El mencionado padre de familia, sali贸 en silencio y sin fijarse en el charco de sangre, se encamin贸 al Santuario del Se帽or.
El templo estaba solitario, el hombre se postr贸 ante la imagen y de nuevo le pidi贸 fervorosamente, piedad y ayuda al Se帽or. Sus s煤plicas fueron escuchadas, pues no cuando alz贸 los ojos llenos confianza para pedir la bendici贸n del Padre de las misericordias, la imagen le alarg贸 una de las sandalias, dej谩ndola caer en sus manos鈥 sorprendido pero lleno de gozo y gratitud, se dirigi贸 a venderla a un joyero.
El joyero hizo apresar al vendedor, suponi茅ndolo un ladr贸n y por coincidencia tambi茅n se lo acuso de la muerte de la dama que la polic铆a encontr贸 asesinada al pie de su casa. La noticia se extendi贸 por toda la ciudad y las personas ped铆an justicia.
El hombre fue acusado y condenado a pena de muerte. 脡l pidi贸 que como un 煤ltimo y 煤nico favor, le permitieran despedirse del Se帽or de la Buena Esperanza.
Concedida la gracia, lo llevaron ante el altar, se arrodill贸 frente a la imagen y dijo: 鈥淪e帽or, vuestras palabras y vuestros dones son una bendici贸n y no hacen da帽o a los que los esperan. A ti acudo nuevamente en mi necesidad. 驴Por qu茅 me diste un obsequio que me ha tra铆do deshonra y me ha arrastrado? Se帽or, devolvedme mi honra y s谩lvame de la muerte".
El pueblo crey贸 en el condenado a muerte, cuando el Se帽or de la Buena Esperanza, extendi贸 su pie y dej贸 caer la otra sandalia en mandos del hombre que clamaba piedad.
En la iglesia se escuch贸 el grito de #Milagro #Milagro, el condenado es inocente.
Un pie descalzo.- Para recordar este milagro, la imagen del Se帽or de la Buena Esperanza permanece descalza de un pie, y debajo de ella a su derecha, est谩 la representaci贸n de un siervo de rodillas, que representa la imagen del sentenciado, y a la izquierda, un brazo que sostiene la balanza cuyos platillos muestran la sandalia.
La imagen es venerada desde 1880 en la Iglesia San Agust铆n de Quito, y en Chone desde mediados del siglo XIX cuando los padres agustinos llegaron en su labor evangelizadora a la parroquia eclesial San Cayetano.
Procesi贸n de Fe.- Luego de la novena, el 煤ltimo domingo de julio, Chone vuelca su fe hacia el Se帽or de la Buena Esperanza, en una multitudinaria procesi贸n que recorre varias calles de la ciudad. Muy temprano, el Monse帽or Lorenzo Voltollini preside la Misa Concelebrada con varios sacerdotes m谩s y frente a miles y miles de fieles, renueva la fe de un pueblo hacia su santo milagroso.
El Se帽or de la Buena Esperanza es cargado en hombros por varios fieles, que desde hace muchos a帽os cumplen este honroso encargo. Todos lo hacen precedido de la fe y la gratitud por los milagros recibidos y se los denomina 鈥淟os caballeros del Se帽or鈥.
En sus hombros, el santo preside un recorrido que es seguido por feligreses que copan varias cuadras, acompa帽ados de la luz de las velas y el valor de los canticos; en los sectores por donde pasa, hay gallardetas y altares y los fieles victorean su paso con juegos pirot茅cnicos; todo es alegr铆a, no hay cansancio, solo hay fe.
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